Una dieta alta en calorías puede provocar cambios en el estado inmunológico y el metabolismo después de solo tres semanas. Así lo demuestra un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Ludwig Maximilians de Múnich, que se llevó a cabo en cooperación con la Facultad de Medicina de Harvard.
Los resultados ahora podrían ayudar a desarrollar nuevos puntos de partida para una intervención terapéutica.
Examina los efectos de las dietas altas en calorías en el sistema inmunológico
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso se encuentran entre los mayores desafíos para la salud del siglo XXI. Casi el 60 por ciento de los alemanes tienen sobrepeso, el 25 por ciento de ellos son obesos.
La obesidad suele ser el desencadenante de enfermedades secundarias graves como la diabetes, la arterioesclerosis o los infartos.
Los procesos inmunológicos determinan el curso de la enfermedad
Como parte de un nuevo estudio, los científicos de la LMU dirigidos por el Dr. Susanne Stutte y la profesora Barbara Wallog muestran que incluso una dieta alta en calorías de tres semanas puede tener efectos drásticos en el sistema inmunológico.
Según los investigadores, las células inmunitarias se acumulan en el tejido adiposo, el metabolismo se vuelve loco y los niveles de inflamación aumentan. “Ciertas células inmunitarias, las llamadas células dendríticas plasmocitoides (pDC), se acumulan en el tejido adiposo visceral“, explica Stutte. La grasa visceral es tejido graso que envuelve los órganos dentro del abdomen. Allí se forman pequeños ganglios linfáticos -órganos linfáticos terciarios- que intervienen de forma aguda en el metabolismo.
“Estas pDC en la grasa visceral están en alerta constante y liberan el neurotransmisor interferón tipo 1“, explica Wallog. Esta sustancia mensajera en realidad interviene en la lucha contra las infecciones y desencadena aquí el síndrome metabólico: el metabolismo se descarrila y los valores inflamatorios aumentan. Si se bloquea la migración de las pDC a la grasa, el estado metabólico mejora significativamente.
Los resultados de este estudio, que se produjeron en cooperación con la Escuela de Medicina de Harvard, ahora pueden ayudar a desarrollar nuevos puntos de partida para la intervención terapéutica.
